Las pasiones se han desbordado.
No creo que sea una cuestión de la primavera, ni siquiera del amago de primavera que hemos tenido que en estos días se ha vuelto invierno en unas zonas, otoño enfurruñado en otras. No tengo muy claro el motivo, pero quizás tenga que ver con el desgaste de contener el aire frente a las adversidades. Estábamos cianóticos y nos quedaba respirar o morir en el intento. Quizás las cosas no estén mejor, pero se nos ha agotado la capacidad de sufrir. Al menos, el sinvivir lo vamos racionando - ¿o quizás racionalizando?-. Este relax ante la durísima situación no creo que sea por conformismo, tampoco por aburrimiento, creo, y es opinión personalísima, que sin acostumbrarnos a lo malo, hemos decidido avanzar.
En esta huida hacia delante, cargados con la mochila de problemas pero sin dejar de estar estáticos, se ha instalado la pasión. Reconozco que me resulta un estado de ánimo social encantador. Creo que es el mejor de todos de cuantos hemos vivido. La única queja que le pondría es la promiscuidad. Estamos instalados en una rapidez informativa y de acontecimientos que no nos da tiempo ni a disfrutar de los preliminares y, muchísimo menos, del relax posterior al clímax. Gozamos con ansiedad. Incluso somos infieles: mientras estamos enfrascados en una absorbente pasión, miramos de reojo a la de al lado, a la que viene o incluso, a veces, recordamos la anterior. Corremos el peligro de equivocarnos de nombre, con lo mal que queda eso.
Sodoma y Gomorra. Informativamente hablando.
Pero me gusta, soy culpable de disfrutar de este momento, también soy una apasionada. Sigamos así, que se nos una el fútbol, con la gala de oscars, y hasta con un funeral de estado. Que perdamos el resuello viendo a Nadal y empecemos a disfrutar de que llega Eurovisión, o la final de un concurso televisivo o el último episodio de una serie. Que una noticia con errata sea distensión popular hasta que llegue una rueda de prensa sin preguntas o la portada de un periódico deportivo nos inflame hasta que muramos de amor con un vídeo tierno de una niña bajo la lluvia.
Que no decaiga...la pasión.
"Sodoma y Gomorra. Informativamente hablando" Genial
ResponderEliminarSiempre genial
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