Me gusta poco introducir la actualidad política en este blog porque es tan prosaica que en ocasiones me parece que ensucio un poco esta humilde casa virtual que son mis gotas.
La verdad es que además de los derechos de los niños, pocas cosas me preocupan más que la educación, más bien Educación, con mayúsculas y en general y claro, me altero, me enervo y acabo posteando un tema del candente día a día.
España, años ha, era un país culto, literariamente dio grandes y científicamente, para los habitantes que había y los medios, no se puede decir que nos fuera mal del todo. La cuestión es que eran pocos los formados y muchos los analfabetos. Eso, visto desde todos los ángulos posibles, era inaceptable. Había que cambiarlo y se cambió.
No sé porque motivo ni razón al ampliar la cantidad de estudiantes, el nivel fue bajando...y ha sido una progresión directa hacia abajo. A más recursos, más profesores, más planificación, más estudiantes....peores resultados. El que quiera decir que es cuestión de dinero, lo digo alto y claro, miente. Miente deliberadamente con un afán populista y rastrero. Lo primero porque la educación mueve masas y lo segundo porque es tan sagrada que nadie debería jugar con ella.
Sería un detalle impensable en nuestra egoísta clase política que hicieran con consenso y compromiso de larga duración un pacto por la Educación, un plan justo, equitativo, firme, consecuente, nacional, lleno de conceptos y responsabilidades. Desde los niños de tres años hasta los post grados, sin ambiciones políticas, amaestradoras o con afán de influir en el voto de sus padres o en el suyo propio. Imposible.
Y es necesaria una política de Becas real y justa. Becar a una alumno es ofrecerle los recursos suficientes para que consiga su título si no los tiene. Esta perogrullada tiene dos partes: un alumno con dificultades económicas, y un título por conseguir, lo que ocurre es que el Estado no puede becar eternamente a todos los que quieren estudiar porque yo, que seguramente necesitaré que bequen a mis hijas, tampoco entendería pagarle año tras año a un estudiante que no cumple. Es un contrato...yo te doy pero tú me das. Debe primar el esfuerzo, el compromiso de los que realmente se dejan la piel estudiando, no sólo la capacidad económica. Que también.
Sería maravilloso que la educación gratuita llegara hasta los post grados, pero no es así, con todo y con eso la Universidad es deficitaria, con la matrícula no se paga la totalidad del servicio...es mucho más caro de mantener. ¿Podría despilfarrar menos la Universidad? sin duda, igual que las televisiones y tantos observatorios y fundaciones que tienen las comunidades autónomas, pero aún así, el pago de la matrícula no cubre el cien por cien de los gastos de un alumno. No hay más que ver lo que cuesta una universidad privada, para cubrir gastos y ganar algo, los precios pueden llegar a ser diez veces más que en la pública.
Otro tema son los Erasmus, es cierto que muchos van a pasarlo bien, a recorrer Europa, a no darle un palo al agua, y a crecer emocionalmente, por decirlo de alguna manera, pero también los hay que se implican y estudian. Incluso algunos brillantes, se lo pasan en grande y vuelven con notazas. Pues olé. Pero que nadie se equivoque, en la mayoría de los países con la beca no llegas a cubrir gastos, aunque no vengas a ver a mamá...es una beca no un "todo incluído".
Este tipo de beca, desde mi punto de vista, también tiene que ayudar a los que menos tienen...a los más válidos que menos tienen, a los que van a aprovechar el dinero, que es de todos...pagado entre todos (o al menos entre los prigandos que tributamos con cierto desparpajo de pobre) ahora bien... a mitad del partido no se cambian las reglas, "la pelota es mía y me la llevo".
Puede que para usted, Sr. Wert, señores políticos todos, cuarenta euros no sean nada, "chocolate del loro" (odio la expresión), pero eso puede ser el pan de un mes, el bono de transporte, el gasto de luz, etc. Esos cuarenta euros estaban ya en el presupuesto de esos alumnos, en su "contrato" y aunque se que se les da bien el recorte y algunos se han quedado sin paga extra, pese a contar siempre con ella, estar en su presupuesto familiar y en su contrato, la verdad es que no es justo y alabo su valentía para tragarse incómodamente sus palabras sin televisión de plasma de por medio pero así, hablando en plata, Sr. Wert lo suyo fue una cagada.
El evangelio, si señor.
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