domingo, 29 de septiembre de 2013

FELICIDADES

Nació en el 17 y cuenta historias. No cuenta cuentos, aunque también lo hizo mucho, durante mucho tiempo, mas bien cuenta realidades vividas, relatos conocidos, paseos de ayer. Su memoria es fetén.
Ha vivido mucho, pero sigue haciéndolo con la misma alegría y la misma pasión que hace tantos años. Es invencible y reposada. Nació durante la primera gran guerra, vivó la segunda y la española. No habla mucho de ellas, alguna historia de irse al sótano y buscar café...Historia viva.
Es la mujer más elegante que he visto en mi vida, educada con unos firmes valores religiosos, interna en un colegio de monjas en Gibraltar, maneja de igual manera el saber popular español y la exquisitez de modales británicos. Es pura clase.
Nunca nadie llevó con más glamour y más estilo los pantalones, quizás Katherine Hepburn, pero no apostaría.
Habla y reza en inglés, sobre todo si se pone nerviosa, y también puede mantener alguna conversación en francés. Incluso hay palabras que le las dice en inglés antes que en castellano...o en castellano con acento inglés.
Es hermana, fue esposa, y siempre madre, abuela y bisabuela...y no olvida nunca a ninguno, siempre suena el teléfono si es tu cumpleaños o tu santo y se le pueden encargar rezos, lo mismo para terminar la carrera que para que los partos vayan bien. Aunque ella siempre reza por todos. Yo creo que a veces se duerme en esa retahíla de rosarios, pero ahí arriba los apuntan como si los hubiera murmurado porque saben que la intención cuenta.
No conoce el rencor, ni la envidia, jamás ha dicho una palabrota, ni grita...ha sido, es, leal, tenaz, firme en sus convicciones como ya no se ve a nadie, y a la vez acogedora, empática, consejera de muchos y paño de lágrimas de otros...incluso ahora.
Se ha ido adaptando a las necesidades, a los presupuestos familiares, a las tecnologías, siempre sonriendo, haciendo sacrificios en voz baja, sin estridencias ni golpes de pecho. Ha trabajado mucho sin que se note.
Deja frases con la delicadeza de un nenúfar que son sentencias y aún nos regaña si lo considera necesario, no le tiembla la voz al reprender ni la mano al acariciar.
Es la un ser especial y aunque ella se pregunta cómo es que lleva tanto tiempo viva, yo estoy segura que es para que algunos no perdamos el rumbo y podamos encontrarlo en ese mar de ojos casi transparentes con el que nos mira.
Hoy es su cumpleaños y estoy un poco lejos, no mucho, pero un poco, hoy soy yo la que levanto el teléfono y cuando la escucho todo se ordena e incluso me parece que tengo veinte años menos.

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