En esta vida se puede ser de todo, se puede intentar ser de todo y hasta se puede conseguir ser de todo en repetidas ocasiones.
No soy nada intolerante en mis planteamientos de vida y respeto muchísimo las formas de vivir de los demás siempre y cuando su ambición no sea tocarme las narices o meterme el dedo en el ojo.
La libertad religiosa creo que debe ser un hecho y hasta tal punto lo creo que defiendo con la misma intensidad a los que no creen, los que creen en otros dioses distintos al mío y los que creen que no creen, estando convencida como estoy de mi religión y siempre esperando la misma tolerancia que ofrezco.
También se puede cambiar de idea, no es cuestión de ser inflexible, de repente uno puede verse subyugado por el brécol y abandonar todo tipo de carne. O de carnalidad, que no es lo mismo, pero quién sabe...
Lo que si le pido a la gente es un poco de coherencia entre lo que dice y lo que hace, no es cuestión de llevar a rajatabla todos los principios que uno tenga en la vida, que uno puede sucumbir y hacerlo hasta con elegancia, lo que no comprendo es quien se define como vegetariano y come jamón...existiendo la posibilidad de decir "yo sería vegetariano si no fuera por el jamón".
Tampoco entiendo, ya se que estoy pesada con el tema, a quiénes defendiendo una nacionalidad propia se enfundan la camiseta de fútbol del otro país "explotador", y además se supone que sin coaccionar, felices y contentos (y cobrando). No me imagino yo a los esclavos de Nueva Orleans recogiendo algodón y además aplaudiendo felices al señorito así como de motu proprio. Es por esto que no acierto a comprender que algunos jugadores del Barça, declarados nacionalistas catalanes, defiendan la camiseta de la selección española.
Otro ejemplo de esta España nuestra son los "hacedores" de cine español. Por alguna razón, el cine español se subvenciona y sin embargo nada se hace por el aguerrido vallisoletano que pone una confitería ni por el valiente albaceteño que se dedica al mundo de los paraguas. Esta subvención, la del cine español, que se recoge a manos llenas, se hace desde unas ideas progresistas, de izquierdas, revolucionarias. Hasta ahí bien. Pero luego se pierde la vida por acceder al mercado norteamericano, cuna del capitalismo, y su exponente máximo que son los Oscars. Caso de Bardem y mamá, enjoyados y peripuestos, felices y contentos, sucumbiendo al mal. Dice el refrán "teta y sopa no cabe en la boca".
Yo misma me declaro republicana folclóricamente monárquica, y no digo solamente que soy republicana, pues luego un Hola de una boda de la realeza me encanta, y hay otras monarquías que me "gustan" más que la nuestra.
Podría seguir pero mejor no. Hay cosas y hay casos, las generalizaciones nunca son buenas, pero unos mínimos de coherencia no estarían mal, al menos para saber a que atenerse.
Hablando de coherencías, después del makro corro de la patata de Cataluña, entrevistaron a un jugador del Girona, que había participado, cuando le preguntaron que si le llamaba la selección española que haría, ni corto ni perezoso dijo que sí, que era enriquecer su curriculum. Los periodistas le preguntaron que si le llamaba Italía o Brasil, si iría, ahí respondió que era un caso diferente, incoherencía o locura sin más? Besos.
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