miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL DON

Mi hija pequeña que es niña y ejerce de serlo, -sin ningún interés feminista, machista, neutro o como sea la disculpa que tengo que tener, que luego ya se sabe...- ha seguido con pasión las historias de "Campanilla" .
Para los que no se hayan adentrado en ese fascinante mundo aclaro, el hada dicharachera de "Peter Pan" de cierto genio y celosa de la encantadora y almibarada Wendy, tomó protagonismo en un momento dado, y Disney decidió hacer un par de películas y editar unos libros donde se conocía a la pequeña hada y su vida en la "Ensenada de las Hadas", que es donde vive. Allí, se aprende que cada hada tiene un don, que es lo que sabe hacer bien, unas son recolectoras, otras son hadas del agua... Y a mi me gusta esa idea del don.
Hay personas con el don de saber escuchar y personas que tienen unas manos angelicales para la costura, la pintura, la cocina, la escultura o la música. También existen los que tienen un don para la palabra.
Los que tienen este don y lo utilizan son pocos, menos de los que creen tenerlo, que a veces algunos se llenan de ínfulas antes de tiempo...o tras muchos años. Ahora bien, cuando se tiene de verdad y se fomenta es una delicia para los que leemos. No se necesitan muchas páginas, tampoco tiene que ser un texto barroco, no hay que llenar líneas de sinónimos imposibles, ni hacernos sucumbir a la reflexión extrema.
La lectura es un placer. Hay autores que como el sabor de tu helado favorito, te gusta desde pequeña y le eres fiel por encima de cualquier cosa (bueno, casi), otros autores te van gustando con el transcurso de los años, a base de edad se van añadiendo a la lista de lectura temas y formas de escribir más complejas, en ocasiones te ligas a la obra de un autor en función del momento que vas viviendo, sucede igual que ocurre con la música, hay días que necesitas a Metallica subiéndote el ánimo, a Elvis para disfrutar de un día redondo o lo más melancólico de Barbara Streisand para regodearte en tu dolor, por poner unos ejemplos musicales cualquiera...
Personalmente hay algo que me produce mucho placer, es algo de lo que disfruto en la intimidad de mi soledad con un libro (o la pantalla) y es cuando descubro a alguien que creo que tiene el don, me emociona pero mantengo una prudencial reserva. Entonces le sigo y compruebo si es cierto y si mis pálpitos son realidad es cuando egoístamente me callo y durante un tiempo esos textos y yo tenemos una relación en la clandestinidad, conociéndolos bien, y después de haber gozado de su compañía, sólo entonces, me atrevo a hacerlo público y le cuento a los míos lo que se pierden y así tras el privilegio que me concedí comparto que he descubierto un gran autor...y quizás ese sea mi don.


2 comentarios:

  1. Tú también tienes ese don :)

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  2. Completamente de acuerdo, tu tienes ese don, espero tu entrada todos los días y eso será por algo. Besos.

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