miércoles, 24 de abril de 2013

HUELLAS DE ATRACTIVO

Camina por la calle con la espalda derecha, sin vacilación, firme en el paso pero sin marcialidad en el andar. El viento juega con su pelo desordenándolo como si fuera el resultado de una cálida noche de compañía intensa y entonces sube los brazos casi como las alas de un cisne, como una dulce bailarina de ballet clásico y lo recoge en un gesto rápido, conocido y eficaz, con la seguridad de que durará poco y será un peinado efímero, continúa su paso. Es un camino a alguna parte, no pasea, sin embargo algo hace que parezca que flota por entre los adoquines de la ciudad.
Quien la observe desde lejos comprenderá cuanta sutileza femenina destilan sus movimientos, se le nota pensativa y dispersa y esos ojos vivos demuestran que su inteligencia va mucho más allá de la actividad neuronal, es inteligencia sensorial. Conductividad de pensamiento en la piel.
Lleva tacones altos al final de unas piernas eternas, el maquillaje tenue para la mañana, no es una mujer especialmente guapa, ni fea, la ropa que lleva no es de firma pero le sienta bien, elegida entre la comodidad y el buen gusto, sin embargo esto no es lo que le da la sensualidad, hay algo más, es esa manera intensa de no mirar, la boca entreabierta como si fuera a hablar, y los gestos cuidados de manera aprendida desde la infancia, sin imposturas, sin manual, inconsciente.
Finalmente llega a su destino, un par de niños como con churretes de agua se le cuelgan del cuello y se aferran a sus manos. Le cambia la sonrisa, se ilumina su mirada y escucha atenta y a la vez dos conversaciones distintas mientras avanza despacio, tironeada a ratos por esas manos pequeñas pero sin perder un ápice del equilibrio o la compostura.
¿Hasta que punto una mujer es consciente de que posee el erotismo como una rutina? ¿Es ese desconocimiento lo que le hace atractiva? ¿Qué es en realidad lo que provoca que las miradas se vuelvan, los caminos se ensanchen y las conversaciones enmudezcan? ¿Es amenzante estar en su presencia por la comparativa? ¿Los hombres bravucones en manada se sienten cohibidos en la singularidad? ¿Es la mezcla de dulzura y seguridad bien removida y no agitada la que atrae?

1 comentario:

  1. por "al final de unas piernas eternas" ,está claro que soy yo

    ResponderEliminar