jueves, 7 de marzo de 2013

HACIA DENTRO

No sé exactamente cuando está fechado el primer "Autorretrato" concebido en la pintura en cualquiera de sus estilos, del hiper realismo al cubismo. No sabría decir quién fue el primero que se trazó a si mismo pero si puedo llegar a entender la necesidad de retratarse frente a  frente en su trabajo entre la sinceridad, el egocentrismo y el testimonio para los que vengan detrás.
A fin de cuentas, las fotografías solo son un arte paralelo, quizás más instantáneo y avanzado, del mismo autorretrato pictórco. Buscamos en las fotos dejar una herencia, un recuerdo, plasmar un momento, compartir con los demás, y lo de la sinceridad dependerá del filtro que usemos y el photoshop que se aplique.
Pero, ¿de qué manera a ese autorretrato se puede llegar a hacer por escrito? Se entiende que en ese momento el autor tendría que llegar a él desde una disección física y emocional. Sé que muchas personas editan sus memorias, a veces sin ayuda de nadie y otras ocasiones guiados por la mano de un escritor que con sus preguntas va conformando la vida de esa persona, pero de qué manera esas preguntas son las que deben ser y no otras, cómo es posible que se consiga absorver todo el conocimiento que dio de si una vida...
Sería necesario entonces hacer algo similar al examen de conciencia, pero tampoco tengo claro si nos daría un retrato actual pero con retroceso: la actualidad de entonces trasladada a la vida de hoy. Una difícil paradoja de espacio/tiempo. Las experiencias vividas nos hacen difuminar los recuerdos, generalmente positivizando las situaciones y salvo que haya un auténtico y enconado ataque de rencor o una experiencia muy traumática, lo más común es ir dejando por el camino los malos momentos. Faltaríamos entonces a la verdad de nuestro autorretrato obviándolos.
Quizás si alguien hubiera escrito con constancia y detalladamente el día a día de su vida, pudiera ser absolutamente realista acerca de su vida pero casi con total seguridad sería literariamente aburrido. El formato "Diario" puede mantenerse para un tiempo determinado, pero la cotidianeidad puede ser demoledora.
Creo, y puedo estar equivocada, que la única manera de hacer un autorretrato con las palabras, de escribir unas memorias entendiéndolo como género literario, es asumiendo que no se podrá ser ni exacto, ni fiel a la realidad, ni absolutamente sincero. Seguramente mirando las cicatrices del alma, reconociendo en cada una de esas suturas sanadas los momentos vividos se podrá llegar al menos a completar los recuerdos hechos palabras que conforman nuestro Autorretrato.

1 comentario:

  1. Que trascendental te has puesto chica!!
    Yo pienso que un autorretrato pictórico puede ser lo mas real y parecido a uno, según el arte de que se disponga, pero una autobiografía es muy difícil que sea completamente real. En la memoria no se pueden guardar los detalles de toda una vida, aunque el cerebro tenga capacidad para ello, no lo tenemos desarrollado hasta ese punto, por otro lado callaríamos cosas que implican a otras personas y entonces sería un resumen de nuestra vida pero muy incompleta.
    No soy aficionada a los libros autobiográficos porque no se hasta donde se puede creer todo lo escrito.

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