Siempre, desde pequeña, me gustaba pensar que alguien inventaria algo que midiera lo intangible. Por ejemplo me recreaba en pensar que existiría la unidad métrica del buenismo, y asi, por fin sabríamos quien es el más bueno, o el más malo...., si realmente se quiere a todos los hijos por igual (la ventaja de ser hija única ante esta medida es fantástica, se gana siempre), quien está más triste o qué persona es la que más sufre...Creo que podríamos comprendernos mejor unos a otros sabiendo como si fuera una escala de terremotos, de que nivel estamos hablando y cuales son las características de cada uno de ellos. Sería una empatía algo métrica pero efectiva.
Por fin se podría cuantificar el dolor y yo no tendría que contestar al médico con cara de oveja despistada cómo de dolorosa es determinada contractura. ¡Y se valoraría muchisimo más los dolores de parto!. Eso solo lo comprende quien los ha pasado y la epidural no llegaba, o llegaba tarde. Incluso podría ser una herramienta médica para no sedar de más o de menos a un paciente determinado. Algo parecido a la toma de la tensión arterial o la fibre.
Y aunque muchas interminables horas de diálogo enamorado quedrían anulados a golpe de medición, -yo te quero más, no yo, no yo, no...yo- y el cine perdiera grandes momentos, siempre se sabría quien quiere más a quien...con un aparatillo, pongamos por nombre: "Amatrón". Reconozco que sin duda sería algo peligroso, con un efecto secundario que mejor que no pillara desprevenido porque pudiera darse el caso de que más de uno o de una se daría cuenta a golpe de click que no es oro todo lo que reluce, y que esas promesas de amor eterno, de sentimientos puros, de amor por lingontes, no es tal... aunque así puede que se librara más de uno, o de una, de un desengaño cruel muchisimo antes de sufrimientos incontrolables.
Mis anhelos puede que no tengan seguidores, y que prefieran las cosas como son, etéreas, escondidas, secretas, intangibles, y nos quedemos en el bequeriano "los suspiros son aire...y van al aire..." pero en el fondo tengo un lado práctico y británico que me hace pensar que no sería tan mala idea poder por fin saber aquello que tanto dinero y tanto dió de si a poetas, industrias farmacológicas y psicólogos.
.....Ya colgaré los comentarios que he hecho a las maravillosas columnas de "mi amiga"
ResponderEliminarPor ahora, Probando, probando, probando
Mariquilla
Pepita
Malvaloca
Rubia
Rancita
Madurita
"te se oye, te se resibe"
Eliminar… Con los años y la experiencia voy intentado racionalizar más que sentir, o racionalizar lo que siento, después de leer esta excelente nota, me pregunto que si existiera el “amatron” quizás nos serviría para valorar más a las personas, porque en el fondo, pienso que no es mejor persona ni el más bueno, ni el que más siente, ni tan siquiera el que más quiere, sino el que sin experimentar esos buenos sentimientos, e incluso teniendo malos sentimientos es capaz de estar por encima de ellos y mostrarse con los demás bueno, empático, cariñoso, etc., creo que no me he explicado...
ResponderEliminarAnonymouAs