Yo tengo dos hijas y es algo que no sólo no oculto, es que me enorgullezco de ellas, intento no ser una madre pesada de las que le da a los demás todo tipo de detalles sobre lo que ellas hacen o dejan de hacer, pero es cierto que a veces no puedo remediarlo porque tienen sus cosas y sus razonamientos que me resultan divertidos, dulces y ocurrentes. Entonces las comparto.
Pero yo comparto sus ideas, sus sensaciones, la manera en la que entienden la vida, como ven el futuro sus ojos infantiles o adolescentes -según sea la pequeña o la mayor-, cómo interpretan la realidad social e incluso si sufren. Lo que no voy a compartir es su imagen. Respeto mucho a quien lo hace, para eso son sus hijos y tienen no sólo su cariño sino también una cosa que se llama tutela o guardia y custodia que se da cuando los padres se separan y también cuando la unidad familiar es la primigenia. Están en su derecho pero yo no lo hago.
Las redes sociales nos han abierto el ámbito de sociabilidad, ahora nos conocen más personas, en cualquier momento pueden acceder a nuestras palabras y nuestras imágenes. Haya filtros o no, todo es susceptible de ser pirateado. Damos datos de dónde vivimos con menor o mayor exactitud, nos significamos en nuestros gustos y nuestras ideas, y aunque en la red hay las mismas malas personas que en el mundo real, lo cierto es que se utilizan menos precauciones.
Me explico. Si un hombre hecho y derecho mirara a una de mis hijas, durante mucho tiempo pierdo los modales, supongo que vosotros también y os iríais, os enfadaríais y no sé si alguno llegaría a las manos...bien, cuando ponéis una foto de vuestros hijos en la red (o un vídeo) no sabéis qué mente calenturienta puede estar mirando y con que intención...Pero no sólo hablo de una posible pederastia (en la red abundan porque es un lugar muy accesible y hasta cierto punto anónimo), es que también hay muchos radicales de otros temas que pueden incluso bajarse la foto para cualquiera sabe que "negocios".
Imaginad que tenéis unas ideas políticas muy claras frente a cualquiera de estos temas que se vuelven de repente tan sensibles, eso os honraría por vuestra significación pero ¿llevaríais a vuestros hijos a una manifestación? ¿a un acto político que puede desmadrarse? Seguramente diríais "no es lugar para niños".
Los adultos somos -o debemos ser- consecuentes con nuestros actos, somos libres y capaces pero ellos no, son menores expuestos y cada que vez que veo una foto de vuestros preciosos hijos no puedo evitar sentir miedo.
Yo tengo dos hijas guapísimas y aunque hasta he tenido broncas familiares por no ponerlas en Facebook -en Twitter que es mucho más abierto ni se me pasaría por la imaginación- yo sigo protegiéndolas todo lo que puedo, igual que les digo que no hablen con desconocidos, que no se suban al coche con nadie, que miren al cruzar y que no se separen de sus compañeros de clase si van de excursión.
Se que estáis en vuestro derecho pero si no lo digo no me quedo tranquila.
Gracias.
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