miércoles, 3 de abril de 2013

PLACERES INTIMOS

Hay placeres íntimos, momentos inigualables, circunstancias que se dan y se aprovechan al cien por cien, sin dejar un resquicio sin saborear, sin sentir.
Hay días en los que de repente y porque sí apetece, y si además los hados se conjuran, las meigas se ponen de tu parte, los planetas se alinean y tienes tiempo...entonces, solo queda el disfrute.
Con ese regalo del tiempo disponible que es más que un tesoro, se cuidan los detalles, se recrea lo que tantas veces se ansía y no puede lograr, ese momento tantas veces fantaseado...La imaginación es poderosa y minuciosa con las pequeñas cosas.
Se desconectan los teléfonos, se baja la pantalla del ordenador y se atesoran todas las velas para beneficiarse al máximo de todos los sentidos, no sólo la vista.
Una música tenue, dulce, la lista de reproducción de jazz a un volumen casi de braille que las notas entren por la piel, ni siquiera llevando el compás, que esa melodía forme parte del momento pero como por casualidad.
El vino antes descorchado para que se oxigene se decanta suave, como si un lazo de un burdeos subido se acomodara en el fondo de una copa ancha, sutil, translúcida. Un pequeño movimiento agita el contenido y los efluvios alcohólicos penetran por las fosas nasales y un estremecimiento del placer que estar por venir acompaña el primer sorbo. Excelente. Guardaba esa botella para un momento importante, señalado, distinto y se había autoconvencido de que era sin duda este.
Con paso delicado, despacio, gozando de los preliminares, retardando el instante en el que todo comience se adentra en la habitación, apoya cuidadosa la copa de vino y resbala su bata por la piel expectante. Por fin ha llegado el momento  y se adentra en un merecido caliente baño de espuma

5 comentarios:

  1. Y que bien sienta niña, esos momentazos que te hacen sentir la vida en todo su esplendor. Esos placeres hay que repetirlos con cierta frecuencia para sentirse viva!!
    Muy bonito.

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  2. lo que me pierdo por no tener bañera
    Pepita

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  3. yo eso en mi plato de ducha no puedo hacerlo

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  4. Las cosas mas insignificantes pueden tener en ocasiones el mayor de los placeres y tú has sabido transmitirlo de una manera exquisita y delicada.Me ha encantado!

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