Sé que es difícil de creer pero soy una persona de memoria tenue, por una enfermedad inexistente diagnosticada a base de desaciertos acabé medicándome con unas pastillas que me lo hicieron pasar difícil con sus efectos secundarios y a la vez borraron muchos de mis recuerdos.
No es una pérdida total de la memoria, ni sólo he perdido una época, ni siquiera tiene una lógica si es que puede haber lógica en que a los treinta y pocos te hayan borrado en ocasiones, difuminado en otras, todo tu ayer.
En algunos momentos, cuando hablo con amigas de la niñez o con familiares, me comentan anécdotas y veo en su cara la incredulidad ante la falta de asentimiento o participación en la conversación. Hechos que fueron llamativos, divertidos, ampliamente recordados a lo largo de nuestros encuentros y que de repente me dejan fuera de juego como si yo no los hubiera vivido. Y no sé disimular, se me nota perfectamente en la cara, supongo que no sólo deben de leer en mi rostro el despiste absoluto, sino también el esfuerzo por recordar. Sé que no es fácil crerme, lo se, porque otras cosas las recuerdo claramente. A veces, ante la insistencia, y el cúmulo de detalles con el que me intentan ayudar me aparece como una sombra de mi pasado y en ocasiones puedo atrapar el momento y afianzarlo nuevamente en mi historia. Tampoco es garantía de que siga recordándolo.
Doy gracias a haber sido una tenaz "reportera" con la cámara de fotos, las instantáneas ayudan también, pero antes de la era digital no era tan fácil tener tantas imágenes seguidas como para ayudar a repetir la película de mi vida.
Soy una mujer que a veces tiene recuerdos inventados porque a fin de cuentas soy un ser parcial que de su pasado solo tiene lagunas y destellos, eso si, sin pasado puedes reinventarte.
Tiene que ser una sensación rara,como que ha pasado parte de tu vida sin ser consciente de haberla vivido.Te diría que quizás hay cosas que mejor no recordar,pero sin embargo de todo ello,bueno o malo se aprende,así que te diré que vivas el presente con toda la intensidad,aprovechando cada minuto como si fuera el último.Un beso,Rocío.
ResponderEliminarLa lectura de este texto me ha producido una mezcla de fascinación y tristeza. Los "recuerdos inventados" de los que hablas son un recurso ideal para la recreacion literaria de la realidad cuando la realidad es menos visible que la niebla que la acecha. Es evidente que tu personalidad ha sustituido por fantasía los perfiles de aquello que olvidaste. Y lo que parecería una pérdida traumática, se convierte entonces en una conquista que te permite desarrollar una sensibilidadliteraria que es obvia en este texto. Felicidades, colega.
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