Lo fácil en una tierra tan extensa como la mía es encontrar un rincón y estar frase tras frase alabándolo, y se puede hacer y de hecho daría para mucho porque Andalucía tiene rincones increíbles, tan especiales, distintos y majestuosos que tienen que venir de fuera a decirnos lo fantásticos que son.
No hay más que irse una temporada lejos de ella para añorarla, sin sentimiento nacionalista, sino como se añora la comida de una madre, el abrigo y la complicidad que te procura una abuela...
Nos hemos acostumbrado a vivir bajo el perfil de la Alhambra, algo único en el mundo de una belleza tan apabullante que hace que vengan de ultramar solo a visitarla, y entonces si, entonces sacamos pecho y nos acordamos que ahí está ella, dos palacios, jardines, torres, agua...la Alhambra.
Hemos decidido pasar con prisa por delante de nuestras Catedrales, ignorando arcos de Mezquita universal o Giralda minarete que vemos más en los souvenirs que frente a frente.
Ignoramos nuestros museos, nuestras iglesias, no somos capacer de ver las juderías, calzadas romanas, el barroco tan extenso del que podemos disfrutar, las playas, los paisajes, amaneceres y puestas de sol a pie de océano o de mar Mediterráneo, marismas, sierras cuajadas de nieve, callejuelas encaladas, rejas con flores, perfiles de antaño, arte hecho Pasión de Semana Santa.... Hay tanto por ver y estudiar de Andalucía...me ciega la pasión, me puede el sentimiento...pero no toca hoy.
Mañana es ese día, el de Andalucía. Pero mi tierra ya no se parece a mi tierra, cada vez más empobrecida, más inculta, más endeudada, más sola, más perdida.
Si alguien leyera la letra de nuestro himno, algo triste, estaríamos ante la paradoja del cangrejo. Treinta y muchos años de democracia, y seguimos como al principio o aún peor porque ya no nos queda la ilusión de los que se echaron a la calle a pedir nuestra autonomía, no hay fe en los políticos, en las universidades, en las instituciones, casi que hemos perdido la fe en tener solución.
Seguimos a la cola de todo, el índice de paro más alto, los peores balances de educación (y eso que se hacen auténticas barbaridades para que no conste la realidad de nuestros centros educativos), el lugar donde más empresas cierran, la comunidad con más familias sin ningún tipo de ingreso, corrupción, malversación, destrozo de nuestras costas, gastos supérfluos...
Y miro a mi alrededor y veo gente que se ilusiona con pequeñas cosas, que sonríe, que estira la cervecita de estar con los amigos aunque sean ya menos y de cuando en cuando, que sigue siendo solidaria con los que más lo necesitan y me pregunto si es justo que este pueblo acogedor, simpático, trabajador se de por perdido, se olvide, habrá quien me diga que "tenemos lo que nos merecemos" pero creo que no tanto.
Creo que tenemos, sobre todo en política, el reflejo de la sociedad en la que vivimos. La Junta de Andalucía ha implantado la corrupción en todos los órdenes de Andalucía, Universidad, justicia, policía, empleo.....pero también lo hemos consentido los andaluces....así que...nos aguantamos.
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