"Cuando el demonio no tiene nada que hacer...mata moscas con el rabo", dice el refrán español y demuestra la característica más relevante del adn hispánico, si es que de verdad existe.
Conforme en España suceden catástrofes de tipo económico, de valores, de moral, de respeto al prójimo, de falta de trabajo, de esfuerzos inválidos para salir adelante, el españolito común ... la paga con la Iglesia.
Muchas veces ese que critica a la Iglesia se amontona en la cola de comedores sociales de los conventos o parroquias y de Cáritas, de apellido diocesana, que visto que el laicismo ha provocado incultura en según que términos, quiere decir de la diócesis que vienen a ser las regiones en las que se divide la España eclesiástica, ¡vaya otra palabra!, de la Iglesia española, quería decir.
Así que por un lado, tenemos que muchos de los que comen e incluso pagan sus facturas de servicios básicos critican a una Iglesia que sin más financiación que la que otros quieren otorgarle en sus declaraciones de Hacienda, hace encaje de bolillos para llegar a todos, porque la UE y Cruz Roja ha dejado reducida a la cuarta parte sus aportaciones de comida para repartir. Ni que decir de según que gobiernos regionales que siguen subvencionando a organismos inútiles de allegados pero reduciendo la aportación a la caridad.
Luego está quien la paga con los obispos, los cardenales y por supuesto con el Papa. Es cierto que el Vaticano y muchas catedrales e iglesias tienen tesoros culturales, bien, la mayoría de esos tesoros no hubieran llegado a nuestros días, pues bien es cierto que cuando la Iglesia ha tenido que abandonar alguna capilla o iglesia, las piedras han servido para amontonarse en jardines, sea la capilla románica o no.
Por otra parte con el dinero que se cobra, otro drama, se cobra para ver según que cosas, se mantiene el patrimonio, no es fácil mantener los frescos de Goya en la Catedral de Zaragoza, por ejemplo, y para aportar ingresos a esos que hacen cola para comer, para el pago de sus recibos y para que le cuiden a sus hijos, a sus mayores o a sus enfermos, entre otras cosas.
¿Qué sería del Camino de Santiago y el dinero que reporta sin la Iglesia, el Santo y su Catedral? ¿Qué sería de muchos restaurantes y hoteles de ciudades donde su Semana Santa, pagada por sus cofrades, es relevante? ¿Qué sería de muchas romerias, por toda España, sin la procesión o la ermita a la que visitar?
Luego viene la aportación que se pide por una boda, por un bautizo, que es un servicio gratuito, pero hay que pagar la luz, el aire acondicionado, las personas que limpian...que las facturas se tienen que pagar y la gente, aunque sea religiosa, también come, porque lo que de verdad por lo visto fastidia es los cincuenta o cien euros que se pagan ahí, en el lugar donde se imparte el sacramento (aclaro, el sitio donde se casan, se bautiza,se reparte la primera comunión) no los miles de euros en el convite y demás perifollos que por lo visto es lo importante para según quien.
Y el remate, la Iglesia corrupta, pues si, también hay personas que no cumplen con sus obligaciones, con quien representan, con lo que son. ¿Por qué? Porque son humanos, pero debe ser que no hay policías corruptos, profesores pederastas ni jueces parciales. Y no estoy disculpando a ninguno de los que sean culpables, lleven hábito o sotana, exijo como cualquiera que les caiga encima el peso de la ley pero no se puede generalizar por unos pocos.
Ahora es el IBI y mañana será otra cosa, pero aunque no se quiera admitir, y pese a los errores que se hayan cometido, en España, en los territorios en conflicto, en el mundo... la Iglesia ha dado y dá mucho más de lo que recibe.
Y esta es mi humilde opinión.
Amen... (que comentario más escueto y oportuno)
ResponderEliminarEs curioso pero "Cáritas" (charitas, ¿griego?) en su origen es carestía, carecer.
ResponderEliminarLa falta de algo nos la hace aún más querida.
Carestía, amor y caridad... valores conectados.
NJ :)